Pellets en verano, cómo almacenarlos y evitar problemas

Los pellets de madera son los grandes aliados del invierno, pero el verano es el momento perfecto para adelantarse y empezar a prepararlos para la próxima temporada. Además, comprarlos fuera de temporada suele ser más barato y te asegura tenerlos listos cuando los vayas a necesitar.

Pero ojo, hay un detalle clave que no puedes pasar por alto, cómo almacenarlos correctamente para que no se estropeen. Guardarlos mal puede hacer que pierdan calidad y que tu estufa o caldera no funcionen como deberían cuando llegue el frío.

En este artículo te cuento cómo hacerlo fácil y sin complicaciones, para que tus pellets estén perfectos cuando los toque usar. Si quieres más información técnica o estás pensando en revisar o cambiar tu sistema de calefacción, puedes echar un vistazo a ITB Calderas, especialistas en soluciones de biomasa y eficiencia energética.

¿Por qué es tan importante almacenar bien los pellets en verano?

Aunque los pellets de madera son los grandes protagonistas cuando llega el frío, el verano es en realidad el momento perfecto para empezar a pensar en ellos y prepararte para la próxima temporada. ¿Por qué? Porque comprar pellets fuera de temporada suele ser más económico y te aseguras de tenerlos cuando realmente los necesites, sin preocuparte por la escasez o los precios altos del invierno.

Pero no basta con comprarlos y dejarlos en cualquier rincón. Guardar bien los pellets durante los meses cálidos es fundamental para que no se dañen y para que tu estufa o caldera funcionen sin problemas cuando los pongas en marcha. La humedad, el calor, los roedores o simplemente un almacenamiento poco cuidadoso pueden arruinar la calidad de los pellets y, con eso, tu inversión.

Consejos clave para almacenar pellets correctamente en verano

Elige un lugar fresco, seco y bien ventilado

Puede parecer obvio, pero no siempre se cumple. Lo ideal es guardar los pellets en un espacio que esté protegido de la lluvia, la humedad y la luz solar directa. Un garaje o un trastero pueden ser buenos lugares, siempre y cuando tengan buena ventilación para evitar la condensación, que es la gran enemiga de los pellets.

Evita el contacto directo con el suelo

Aunque estén dentro de casa, el suelo puede transmitir humedad y dañar los pellets. Por eso, lo mejor es colocar los sacos sobre palets de madera o estanterías metálicas, dejando al menos 10 o 15 centímetros de espacio entre el suelo y los sacos. Así evitas que absorban humedad desde abajo.

Refuerza los sacos originales para conservar los pellets en verano

Los sacos en los que vienen los pellets suelen ser resistentes, pero si los vas a guardar durante meses o en lugares donde pueden mojarse, conviene tomar precauciones extra. Puedes ponerles una lona transpirable por encima para protegerlos, y si los tienes fuera (aunque no es lo ideal), cúbrelos con fundas impermeables que permitan la circulación del aire para que no se humedezcan.

Ten cuidado con roedores e insectos

El calor del verano puede atraer visitantes no deseados como ratones, cucarachas o insectos. Asegúrate de que el lugar donde guardas los pellets esté limpio, sin restos de comida ni cajas de cartón, que pueden atraer a estos bichos. Si te preocupa este tema, puedes usar repelentes naturales o dispositivos ultrasónicos, pero evita los pesticidas químicos cerca de los pellets porque pueden contaminar el combustible.

No muevas los sacos más de lo necesario

Mover demasiado los sacos puede romperlos y hacer que los pellets se conviertan en polvo, perdiendo calidad. Organiza el almacenamiento de forma que puedas acceder fácilmente a los sacos nuevos sin tener que tocar los que ya están almacenados desde hace tiempo.

¿Y si compro pellets a granel?

Si prefieres usar pellets a granel, es fundamental que el silo donde los guardas esté en perfectas condiciones. Si decides comprar pellets a granel, es muy importante que el silo donde los almacenas esté en perfectas condiciones. Tiene que ser hermético para evitar que entre humedad, pero al mismo tiempo debe permitir una buena ventilación para que no se acumule calor en el interior, ya que esto también puede dañar los pellets. 

Además, revisa que el sistema de entrada y extracción funcione correctamente, para evitar que se acumule polvo, lo que puede afectar la calidad del pellet y el rendimiento de tu estufa o caldera. No olvides comprobar que no haya grietas ni filtraciones en el silo, y asegúrate de limpiarlo bien antes de llenarlo para que residuos o humedad no arruinen los pellets nuevos.